Alberto Caeiro: la poesía de las verduras

Sabemos que Fernando Pessoa no es un dios porque está muerto. También sabemos que fue un hombre porque, como todos los hombres, tenía una multitud de hombres dentro de él mismo. No obstante, lo que lo vuelve extraordinario y nos hace dudar de su esencia humana es que también albergaba un enjambre de poetas en … Sigue leyendo Alberto Caeiro: la poesía de las verduras

Diario: Un paseo por la OTAN en Madrid

Paseo por Madrid como un guisante perdido por su plato. La llegada de la OTAN a la ciudad había sido anunciada como una invasión feliz y las televisiones hablan de Joe Biden, ese fino y yanqui anciano, el americano Pedro Sánchez del futuro, como de un extraterrestre. Yo camino por la capital de los acomplejados … Sigue leyendo Diario: Un paseo por la OTAN en Madrid

Crecer en la casita occidental

El otro día me enteré de que mis amigos de la infancia tienen 25 años. Como suena: veinticincoaños. Qué dices: sí. Uno no sabe en qué momento la sensible voz de un niño se vuelve un eco descorchado, una botella medio abierta y sin gas que tose de vez en cuando y se queja todo … Sigue leyendo Crecer en la casita occidental

La vacunación obligatoria

Ursula von der Leyen está rozando con la punta de los dedos de sus pies el agua de la piscina de la actualidad del virus para conocer la temperatura de la opinión pública europea. Ursula, capitana de Europa. Europa, panadera del liberalismo. Liberalismo, bollito redondo, relleno y esponjoso de Occidente. Von der Leyen, qué haces, … Sigue leyendo La vacunación obligatoria

Pietatea: el valor de la basura

La ignorancia es un gran sofá en el que pasar las resacas de la existencia. No recordar es mi particular cama recién hecha, suave: un consuelo en el que desplomarse después de conocer la verdad, esa caricia tan fea. Yo soy feliz no sabiendo. Pero de vez en cuando me vuelvo loco (o me vuelvo … Sigue leyendo Pietatea: el valor de la basura

Manel Monteagudo no es Franz Kafka, pero casi

Me gusta ver triunfar a los calvos y a los gordos; supongo que es una forma de ver cómo me quedaría a mí el triunfo, como si el triunfo fuese una ropa que otro se probase delante de todos para ver cómo me sienta a mí, el triunfo. Vaya ego, David. Vaya triunfo: ver triunfar a … Sigue leyendo Manel Monteagudo no es Franz Kafka, pero casi

Para qué sirve un perdón

Uno pide perdón para ser absuelto del pasado, que es el único lugar en el que uno, alguna vez, ha fallado. No está mal, haber fallado en un solo sitio en tanto tiempo (aunque ese sitio sea más grande que Rusia (el tiempo es más amplio que el espacio, solo que se cruza más deprisa)). … Sigue leyendo Para qué sirve un perdón

Otegi tiene que largarse

Arnaldo Otegi es ese Olentzero sin barba y olvidadizo que se ha dejado el saco con los regalos para la fiesta de la democracia en casa o en el almacén, donde nadie puede verlos, o sea: en el monte, que es su casa y es su almacén y es su día libre. Esta semana el … Sigue leyendo Otegi tiene que largarse

El pueblo debe morir

Para ser pueblo hay que chocarse con el pueblo en el metro, aspirar el olor a perfume, a sudor y a fracaso del pueblo que tenemos en el asiento de al lado y en la mirada ausente que nos ignora mirándonos. Ser pueblo es odiar al pueblo. Para querer al pueblo hay que dejar de … Sigue leyendo El pueblo debe morir

Silencio

Ella dormía. Existen sonidos con luz capaces de crear un imperio en el aire de la habitación que descansa a oscuras. Supongo que su respiración era un ruido de este tipo. Ella dormía a mi lado, en la otra orilla de la cama, pero daba la impresión de estar soñando mucho más lejos, donde mi … Sigue leyendo Silencio